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Industria textil: trazabilidad para construir una cadena de suministro confiable

Las cadenas de suministro han entrado en una fase de importante reestructuración y la cuestión de la trazabilidad es cada vez más importante. El increíble impacto de la pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de construir cadenas de suministro más resistentes y eficientes en todas las industrias para garantizar que sean capaces de hacer frente a futuras crisis y desafíos, especialmente de carácter medioambiental. Sin embargo, aún hoy sigue siendo difícil reunir la información generada durante las distintas etapas del proceso de fabricación de un producto. Esto da lugar a múltiples disfunciones. Por lo tanto, es crucial mejorar los sistemas de trazabilidad para reforzar la visibilidad global del funcionamiento de las cadenas de suministro.

Se trata de una tarea considerable, pero las nuevas tecnologías, como el blockchain y el Big Data, ofrecen oportunidades para desarrollar una trazabilidad «moderna». Esta trazabilidad es clave a la hora de garantizar la resistencia y el rendimiento de las cadenas de suministro y hace posible que los actores de la industria y las marcas se destaquen positivamente.

La industria textil es un ejemplo perfecto de ello, tanto por la naturaleza de los retos a los que se enfrenta como por los beneficios que puede aportar una trazabilidad optimizada.

Una cadena de suministro que responde a sus retos

La industria textil, especialmente la de la confección, se basa en cadenas de suministro muy fragmentadas y opacas. Una escasa visibilidad sobre los proveedores de segundo nivel y más allá, genera disfunciones que pueden plantear riesgos importantes:

  • Opacidad casi total en cuanto a la procedencia de los componentes y pérdida de control sobre las especificaciones.
  • Costes considerables relacionados con la gestión de las existencias, causados (entre otras cosas) por la falta de cooperación entre los socios.
  • El importante impacto medioambiental de los residuos generados por las transformaciones;
  • Dificultades para satisfacer las demandas de transparencia de unos consumidores cada vez más exigentes.
  • La proliferación de falsificaciones y mercados paralelos.

Las consecuencias de estas disfunciones pueden ser desastrosas (el escándalo del Rana Plaza fue especialmente ilustrativo). También complican la aparición de nuevos modelos más virtuosos. Por ejemplo, ¿cómo garantizar que el algodón es realmente ecológico y que no se ha utilizado mano de obra infantil, cuando no existe una trazabilidad fiable de la cadena de suministro más allá del proveedor directo? ¿Cómo podemos garantizar que el plástico reciclado utilizado en la ropa sostenible no procede de fábricas fraudulentas que producen botellas de plástico exclusivamente para «reciclarlas»? ¿Cómo podemos garantizar que se cumplan las promesas hechas a los consumidores? Estos ejemplos, tomados de situaciones de la vida real, demuestran la necesidad de establecer una visibilidad general del funcionamiento de la industria.

¿Cómo lograrlo?

Hoy en día, todo el sector debe reinventarse. Pero esto llevará tiempo. Y la industria textil no tiene tiempo. Tras la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, las ventas se han estancado (con pérdidas en el primer trimestre de 2020 que ascienden a 70 millones de dólares en el caso de Ralph Lauren, 300 millones en el de Zara y 1.100 millones en el de Adidas) y las redes de suministro se han visto alteradas. El futuro está lleno de incertidumbres y es necesario avanzar rápidamente hacia un cambio positivo, ya que los que destaquen y demuestren un comportamiento ejemplar disfrutarán de una ventaja. Del mismo modo, quienes hayan desarrollado un mayor control sobre sus operaciones también podrán recuperarse financieramente con mayor agilidad.

Aquí es donde entra en juego la «trazabilidad moderna». Sus características técnicas permiten desbloquear el acceso a datos antes inaccesibles, suministrar modelos de optimización logística, reforzar el control de las especificaciones y mejorar la calidad del compromiso con los consumidores. Todo ello sin afectar a los ciclos de producción.

En la práctica, para garantizar el cumplimiento de estas promesas y asegurar una solución que pueda realmente implantarse a gran escala, una plataforma de trazabilidad moderna debe tener características sencillas:

  • Principio de subsidiariedad: para que una plataforma de este tipo sea sencilla y realista en cuanto a su despliegue y mantenimiento en toda una cadena de suministro con diferencias de madurez tecnológica, la plataforma debe evitar crear interdependencias entre sistemas (ERP, WMS) que ya son complejos. La descentralización es la clave para ello.
  • Control y auditabilidad de los datos: hay que tener en cuenta las posibles diferencias de intereses dentro de una cadena de suministro. Cada parte es responsable de garantizar la privacidad de sus datos, pero también es responsable de los datos que comparte. Para ello, todos los datos proporcionados deben ser auditables (en cuanto a su contenido y su origen) y, por tanto, imposibles de falsificar.

Existen soluciones basadas en redes blockchain B2B descentralizadas. Algunas de ellas han permitido poner en marcha proyectos de transparencia en un plazo de 6 a 12 semanas y establecer la trazabilidad de extremo a extremo con más de 120 socios en 4 países en menos de 12 meses.

Además, el establecimiento de una infraestructura de trazabilidad descentralizada entre los distintos agentes contribuye a generar confianza entre los socios. Ahora bien, como han comentado empresas como McKinsey y Kearney, este criterio es crucial para reforzar la resistencia de las cadenas de suministro.

Una vez desplegada la solución, los nuevos datos recogidos se combinan para reconstruir una visión completa del ciclo de vida de los productos y se analizan para generar nuevas fuentes de valor y beneficios para la industria textil, entre ellas:

  • El control del origen de los componentes de una prenda y la transparencia para el consumidor a través de un código QR incluido en el producto, por ejemplo. De este modo, no sólo es posible ofrecer a los consumidores una garantía sobre el origen del producto, sino que también se desbloquea una capacidad de crecimiento con respecto a las ventas de segunda mano y el servicio al cliente.
  • Garantizar la autenticidad de los productos y las marcas
  • Desarrollar la visibilidad de los niveles de stock en los diferentes puntos de la cadena de suministro para optimizar los procesos de producción y venta.

La industria textil es una oportunidad para apreciar el alcance de las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para construir cadenas de suministro más eficientes y resistentes.

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