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¿Cómo puede la industria de la moda ser más sostenible? 7 tecnologías de moda sostenible para una producción ecológica

Esta es la lista de siete emocionantes tecnologías que transforman la producción y la reciclabilidad y que le ayudarán a profundizar en su conocimiento sobre cómo apoyar la moda sostenible.

1. Muestreo virtual en 3D

En el pasado, las muestras físicas han sido una necesidad en el ciclo de vida del diseño y la compraventa. Estas muestras proporcionan tanto a los diseñadores como a los equipos de compra al por menor una representación precisa del producto, pero un estilo terminado puede requerir 20 o más muestras antes de la producción. Sin embargo, a medida que la tecnología 3D evoluciona, el muestreo virtual ya permite una revisión digital de toda la línea que reduce el desperdicio tanto en el diseño como en el desarrollo del producto.

En 2021, todos los procesos de diseño de Tommy Hilfiger -desde el boceto hasta el muestreo y el showrooming- se hacen con diseño 3D. El muestreo virtual en 3D lleva el mismo concepto a una pantalla sin prácticamente ningún desperdicio durante el proceso. Otra gran ventaja es la reducción de costes asociada a los materiales y el tiempo relacionados con la creación de muestras físicas. El muestreo virtual también puede ayudar a digitalizar un modelo de fabricación bajo demanda centrado en el consumidor.

2. Textiles alternativos

Los materiales que se utilizan habitualmente en la confección de prendas de vestir requieren considerables recursos y suelen degradarse lentamente.

Sin embargo, el desarrollo de tecnologías sostenibles para la moda y los textiles que son reciclables, regenerativos, reutilizables y de origen responsable están proporcionando alternativas. Algunas alternativas textiles ecológicas son las fibras recicladas y las extraídas de productos de desecho agrícolas, como hojas y cáscaras. Estos nuevos tejidos ofrecen opciones que producen menos residuos durante la producción, son de larga duración y biodegradables. Marcas como COS y H&M optan por el cupro, ya que se produce a partir del linter de algodón, residuo de una planta de algodón, mediante una tecnología de circuito cerrado.

Diseñadores como Stella McCartney han sido pioneros en modelos de negocio sostenibles y de circuito cerrado utilizando materiales innovadores como la piel de origen biológico. Este tejido, con un 37% de origen vegetal, consume hasta un 30% menos de energía y produce hasta un 63% menos de gases de efecto invernadero que los sintéticos convencionales.

 

 

3. Automatización y moda bajo demanda

Las empresas de moda rápida y los modelos de producción en masa han contribuido a generar grandes cantidades de residuos y devoluciones. Los vendedores impulsaron el consumo masivo en los consumidores y esta mentalidad alimentó este modelo durante las décadas de 1990 y 2000. Pero el auge del comercio electrónico y del comercio social en la última década ha creado un modelo de negocio completamente nuevo, y los consumidores están ahora en el asiento del conductor, y se preocupan mucho tanto por las experiencias personalizadas como por el planeta. El diseño y la fabricación bajo demanda desempeñarán un papel importante en el futuro de la moda. En lugar de producir ropa y luego venderla, los artículos se encargan y luego se producen. Aunque hoy en día la producción de lotes individuales y pequeños cuesta más de fabricar, la automatización y la innovación en la fabricación, combinadas con el dinero que se ahorra con la reducción de las devoluciones y las ventas garantizadas, compensarán estos costes con el tiempo.

 

 

4. Escaneo corporal móvil

Los diseñadores y fabricantes deciden las dimensiones de las prendas basándose en una información extremadamente limitada diseñada para las formas corporales «promedio», lo que deja al grueso de los consumidores preguntándose cómo pueden las personas reales conseguir que los estilos se ajusten a lo previsto. El envío y las devoluciones gratuitas son los únicos factores que hacen posible la compra de ropa online para muchos consumidores que compran prendas de varias tallas con la intención de devolver los artículos que no les quedan bien. Por desgracia, la mayoría de estas devoluciones acaban en los vertederos después de pasar por una red de revendedores y acumular una enorme huella de carbono por el camino.

El escaneo corporal ofrece por fin una solución a la limitada información disponible sobre las tallas y tipos de cuerpo. Esta herramienta no sólo puede convertirse en uno de los principales trucos de conversión para el comercio electrónico, sino que también es una tecnología de moda sostenible que ayuda a reducir el impacto de la moda. Con la información de estos escaneos, las empresas pueden crear prendas que se adapten a los distintos tipos de cuerpo en lugar de depender de una escala proporcional. El resultado es que las prendas se ajustan mejor, lo que conlleva menos devoluciones, un aumento de la tasa de conversión y una mayor precisión y eficiencia que podría ayudar a reducir la huella medioambiental del comercio minorista. Este es el aspecto del proceso de medición digital del cuerpo con la solución 3DLook.

Por parte del consumidor, los compradores tienen por fin la posibilidad de entender cómo se ajustará la ropa a cada una de sus formas corporales únicas en lugar de ser etiquetados como una media. Esto aumenta la confianza en que lo que compran les quedará bien y produce más clientes fieles para las marcas y los minoristas.

 

 

5. Vestirse virtualmente

Cuando los consumidores compran ropa online o en la tienda, la única forma de descubrir cómo les queda realmente la prenda es probársela. Por desgracia, el artículo no suele ofrecer el mismo ajuste que un modelo en la página web o un maniquí en la tienda. Básicamente, probarse la ropa para ver si le queda bien es poco más que un intercambio de datos. Un consumidor tiene un conjunto específico de dimensiones, y lo mismo ocurre con una prenda de vestir. Hasta hace poco, el engorroso acto de probarse varias tallas era la única forma de intercambiar estos datos.

La evolución de la tecnología 3D está cambiando radicalmente el proceso, digitalizando lo que solía ser un proceso muy físico y manual mediante el intercambio de información de ajuste a través de una plataforma digital. Con miles de puntos de datos para crear una imagen tridimensional, el escaneo corporal móvil en 3D permite a los consumidores determinar inmediatamente cómo les quedará la ropa. Este es un ejemplo de vestido virtual de Farfetch en Snapchat.

El minorista, a su vez, puede comparar los datos de los consumidores que van mucho más allá del tamaño tradicional del cuello, el tamaño del pecho y la longitud de las mangas para incluir cientos de medidas que componen las dimensiones detalladas de una prenda en particular. A medida que los consumidores aprovechan los productos de escaneo corporal móvil para mejorar el tamaño de las compras en línea, los minoristas pueden recopilar datos adicionales para comprender mejor la forma del cuerpo y crear prendas que se ajusten mejor, reduciendo las tasas de devolución de productos gracias a las soluciones de prueba de ropa con RA. En los próximos cinco años, a medida que las tecnologías de inmersión como la RA, la RV y la RM se vuelvan omnipresentes, las experiencias de vestimenta virtual impulsarán el futuro de las compras virtuales e introducirán relaciones totalmente nuevas para el compromiso de la marca.

 

 

6. Hacer que la moda sea circular

A medida que los consumidores y los minoristas son más conscientes de la enorme cantidad de residuos que produce la industria de la moda, se están haciendo nuevos esfuerzos para evitar los residuos. Grandes marcas como Burberry, Gap, H&M, Nike y Stella McCartney han unido sus fuerzas para apoyar la moda sostenible creando la iniciativa Make Fashion Circular.

El concepto de economía circular tiene como objetivo diseñar los residuos fuera del producto y del sistema de fabricación manteniendo los materiales y productos en uso el mayor tiempo posible. Esto se consigue incorporando materiales renovables y reciclando la ropa vieja para convertirla en nueva.

 

 

7. Re-comercio: Todo lo viejo vuelve a ser nuevo

Se calcula que cada año se pierden 500.000 millones de dólares por la ropa que apenas se usa y que rara vez se recicla. Dos técnicas que combaten este desperdicio son el upcycling y la venta de segunda mano. Aunque la mayoría de la gente está familiarizada con Goodwill, otras organizaciones también están adoptando la idea de vender ropa poco usada. Empresas de reventa en línea como Poshmark, que ha duplicado sus ingresos de 1.000 a 2.000 millones de dólares en sólo un año, y Thredup han experimentado un enorme crecimiento en los últimos cinco años. La reventa ofrece la diversión de la moda rápida sin culpa ni desperdicio, y se estima que la segunda mano será más grande que la moda rápida convencional dentro de 10 años.

Upcycling es un término que suele relacionarse con la elaboración personal de prendas para crear otras nuevas. En la industria de la moda comercial, el upcycling se lleva a cabo mediante el reciclaje de tejidos poco usados o de existencias no vendidas para crear nuevas prendas. Según cifras de GlobalData Retail, 56 millones de mujeres compraron artículos de segunda mano en 2018, lo que representa un aumento del 27% con respecto al año anterior. El 51% de las compradoras también informaron que planean seguir gastando una mayor proporción en bienes de reventa en la próxima media década, destacó el informe.

 

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