Google creará una herramienta que utiliza el análisis de datos y el aprendizaje de la máquina en Google Cloud para ofrecer a las marcas una visión más completa de su cadena de suministro a nivel de materia prima. Las empresas podrán medir mejor el impacto de las materias primas en relación con factores medioambientales como la contaminación atmosférica, las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso del suelo y la escasez de agua.
Inicialmente, Google se centrará en el algodón y la viscosa, cada uno de los cuales será elegido en función de la escala de su producción, la disponibilidad de datos y las consideraciones de impacto.

Más concretamente, el algodón representa el 25% de todas las fibras utilizadas por la industria de la moda, con un impacto notable en el uso de agua y plaguicidas. La producción de viscosa es menor, pero su demanda aumenta, y está vinculada a la destrucción de los bosques, algunos en peligro de extinción, que son fundamentales para mitigar las emisiones de carbono. El piloto permitirá a Google probar la eficacia de la herramienta en estas diferentes materias primas, ampliando las posibilidades de expansión a una mayor variedad de textiles clave en el mercado.

«Esta es la primera fase de nuestro experimento. Estamos trabajando activamente con marcas de moda, expertos, ONGs y organismos de la industria con la ambición de crear una herramienta abierta para toda la industria, y planeamos continuar impulsando la colaboración con otros actores clave, grandes y pequeños. Esperamos que nuestro experimento proporcione a las marcas de moda una mayor visibilidad del impacto dentro de su cadena de suministro y percepciones procesables para tomar mejores decisiones de abastecimiento de materias primas teniendo en cuenta la sostenibilidad», afirmó Nick Martin, director de ventas al por menor de Google Cloud en el blog de una empresa.

La industria de la moda está prestando atención al llamado a la sostenibilidad. Su impacto ambiental es significativo y creciente: entre otras estadísticas, la industria de la moda representa el 20 por ciento de las aguas residuales y el 10 por ciento de las emisiones de carbono en todo el mundo.

Gran parte de este impacto se produce en la fase de materias primas del proceso de producción, donde las marcas tienen poca o ninguna visibilidad. Se trata de un problema que afecta a todo el sector, en el que las cadenas de suministro están muy fragmentadas y son poco transparentes. Muchas organizaciones y marcas han sido pioneras en un esfuerzo por recopilar y publicar datos que pueden conducir a mejores decisiones de abastecimiento, pero las lagunas en los datos siguen existiendo debido a su complejidad y naturaleza global.

Después de trabajar con Current Global, una consultora de innovación que permite a las marcas de moda alcanzar sus objetivos de sostenibilidad mediante el uso de tecnologías relevantes, Google determinó que podría ayudar a formar parte de la solución mediante el uso de herramientas basadas en la nube para la recopilación y el análisis de datos. En la Cumbre de la Moda de Copenhague, uno de los principales eventos de sostenibilidad de la industria de la moda del año, Google anunció un experimento para hacer exactamente eso.

Para dar vida a su experimento, Google colaborará estrechamente con Stella McCartney. La marca ha sido pionera en liderar la industria de la moda hacia la sostenibilidad, ayudando a lanzar la Carta de la Industria de la Moda de la ONU para el cambio climático y recientemente introduciendo Stella McCartney Cares Green, uno de los brazos de la Fundación Stella McCartney, para promover aún más la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Al trabajar juntos a través de este proyecto piloto, Google espera traducir los datos en información significativa para que la industria pueda tomar medidas.

«En Stella McCartney nos hemos centrado continuamente en la búsqueda de formas responsables y sostenibles de comportarnos en la moda, es el núcleo de lo que hacemos. Estamos haciendo todo lo posible, no somos perfectos, pero estamos abriendo una conversación que realmente no se ha tenido en la historia de la moda», dijo Stella McCartney, propietaria de la marca.