Ud. está en
Inicio > Noticias > Contexto > No hay trato, Brexit puede ser el último clavo en el ataúd de la moda europea

No hay trato, Brexit puede ser el último clavo en el ataúd de la moda europea

El brote de COVID-19 y un Brexit sin acuerdo puede ser un doble golpe para la industria de la moda del Reino Unido, ya que las marcas nacionales se enfrentarán a onerosas leyes de propiedad intelectual y requisitos de etiquetado y la salida de la zona de comercio preferencial de la UE hará que la nearshoring sea más cara.

Nuevo para la renegociación de las condiciones de suministro

Las marcas internacionales que operan en el Reino Unido se enfrentan actualmente a aranceles de entre el 8 y el 12% sobre sus importaciones de moda, mientras que las marcas nacionales se enfrentan a aranceles de entre el 6 y el 12%, informa Vogue Business. Después de Brexit, el gobierno planea desechar las compras libres de impuestos para los visitantes internacionales. Según las estimaciones del Consejo Británico de la Moda y Oxford Economics, esto podría resultar en una disminución de los ingresos de la industria de la moda del Reino Unido hasta en un cuarto este año. También puede aumentar los precios de la moda en todo el país, paralizando aún más la demanda. Para evitar costos y retrasos significativos, las marcas tendrán que negociar con los proveedores de materiales, las empresas de logística y los agentes de aduanas, aunque pueda parecer un poco abrumador dadas las actuales presiones económicas.

Para seguir comerciando con la UE después de Brexit, las marcas del Reino Unido tendrán que tramitar nuevos documentos y seguir nuevos protocolos, incluida la obtención de un registro y una identificación. Una vez que tengan un EORI, tendrían que reunir los documentos y formularios pertinentes para trasladar las mercancías a través de la frontera. Para ello, también tendrían que colaborar con socios como proveedores y empresas de transporte.

Supervisión de los términos de los contratos

Además de los códigos arancelarios y la documentación para la exportación, las marcas también tendrían que considerar las normas divergentes sobre la protección de datos, el etiquetado y la propiedad intelectual, además de comprobar los contratos para asegurarse de que se aplican las mismas condiciones una vez que el Reino Unido se vaya. Las marcas pequeñas y medianas pueden amortiguar el aumento de los precios alcanzando un acuerdo de cero aranceles.

Para evitar el transporte innecesario de mercancías, los minoristas de la moda de todos los puntos de precio están aumentando su cuota de espacio en los almacenes europeos y dirigiendo las mercancías enviadas desde Asia a Europa. Las marcas internacionales se están familiarizando con los procedimientos aduaneros, ya que es probable que en el futuro tengan presencia fuera de Europa.

La gota que colma el vaso

En enero, el gobierno del Reino Unido planea terminar con las compras libres de impuestos que permiten a los turistas de fuera de la UE reclamar el 20% del costo de las compras de lujo. Esto puede animar a los turistas a elegir París y Milán en lugar de Londres para sus compras internacionales. Las marcas también pueden enfrentarse a un doble retraso en el paso de los productos por la frontera.

Otras complicaciones a las que pueden enfrentarse las marcas son las normas de origen, ya que los productos fabricados a través de las fronteras de Europa y de sus vecinos mediterráneos como Marruecos, Turquía y Túnez ya no estarán libres de impuestos después de entrar en el Reino Unido. Para hacer frente a esto, las marcas tendrán que prepararse para enfrentar lo peor. Sin embargo, con muchas empresas que actualmente corren el riesgo de cerrar, Brexit puede dar el último clavo para la moda europea.

Deja una respuesta

Top