Una invención revolucionaria en tecnología vestible tiene el potencial de cambiar la forma en que interactuamos con la ropa que usamos todos los días.

Un nuevo estudio dirigido por investigadores del Laboratorio de Diseño de Materiales y Estructuras Activas (DAMSL) y del Laboratorio de Tecnología Vestible (WTL) de la Universidad de Minnesota detalla el desarrollo de un textil que responde a la temperatura y que puede utilizarse para crear prendas autoadaptables que funcionan sólo con calor corporal. El estudio, dirigido por los estudiantes de postgrado Kevin Eschen y Rachael Granberry y los profesores Julianna Abel y Brad Holschuh, fue publicado recientemente en Advanced Materials Technologies.

«Este es un importante paso adelante en la creación de textiles robóticos para aplicaciones en el cuerpo», dijo Holschuh. «Es particularmente emocionante porque resuelve dos problemas importantes simultáneamente: cómo crear una actuación o movimiento utilizable, sin requerir una potencia o calor significativo, y cómo conformar un textil o una prenda de vestir a regiones del cuerpo que tienen una forma irregular».

Los textiles se parecen a los tejidos de punto típicos, excepto que son creados usando una categoría especial de materiales activos — conocidos como aleaciones de memoria de forma (SMAs) — que cambian de forma cuando se calientan.

En asociación con la NASA, investigadores de la Universidad de Michigan estudiaron las dimensiones únicas de una pierna humana. Posteriormente, diseñaron, fabricaron y probaron una prenda de punto basada en SMA que puede ajustarse con precisión a la topografía de una pierna.

«Esta tecnología requería avances en múltiples escalas», dijo Abel. «En la escala de material, lo afinamos para responder a la temperatura corporal sin añadir potencia. Estructuralmente, lo fabricamos para adaptarnos perfectamente a las formas complejas del cuerpo humano. A nivel de sistema, creamos una operación que relaciona el rendimiento mecánico de los textiles con la anatomía humana. Cada avance es importante, pero juntos crean una funcionalidad que no existía antes».

Estos tejidos se pueden utilizar en prendas personalizadas que pueden transformarse fácilmente de sueltas a ajustadas, e incluso doblarse de manera única para adaptarse a las regiones del cuerpo con formas irregulares (por ejemplo, la parte posterior de la rodilla). Ejemplos de uso futuro podrían ser la creación de prendas de compresión que sean inicialmente sueltas y fáciles de poner y que posteriormente puedan encogerse para apretar firmemente al usuario.

«Esto crea una nueva y emocionante oportunidad para crear prendas que pueden transformarse físicamente con el tiempo, lo que tiene implicaciones significativas para las aplicaciones médicas, aeroespaciales y comerciales», dijo Holschuh.

Los próximos pasos serán integrar los textiles en prendas de tamaño completo, lo que podría resolver una variedad de problemas en los que el ajuste y la adaptación al cuerpo son importantes, como las medias de compresión de grado médico.